El ferrocarril insular más lento de la República: ¡Wangerooge atrae con encanto!
Descubra Wangerooge: la isla cerrada al tráfico del Mar del Norte, a la que se puede acceder en ferry y en tren, ofrece a 200.000 huéspedes relajación y naturaleza.

El ferrocarril insular más lento de la República: ¡Wangerooge atrae con encanto!
Wangerooge, la pintoresca isla de Frisia Oriental en el Mar del Norte, encanta a sus visitantes no sólo por su naturaleza virgen, sino también por su forma especial de moverse. En esta isla sin coches, de unos 1.000 habitantes, el ferrocarril insular es el único medio de transporte entre el embarcadero del suroeste y el pueblo isleño, en una distancia de sólo cuatro kilómetros. [Süddeutsche] informa que el primer viaje del ferrocarril insular tuvo lugar el 3 de julio de 1897. A pesar de décadas de historia, la tecnología sigue siendo tradicional: el rumbo todavía se fija manualmente.
El ferrocarril insular y los cuatro ferris asociados forman parte de la división de transporte de larga distancia de DB. Anualmente se transportan unas impresionantes 25.000 toneladas de carga, incluidos alimentos y otros bienes. Además, alrededor de 200.000 turistas utilizan cada año el tren para viajar a la isla y disfrutar del tranquilo entorno.
viajar a la isla
El viaje a Wangerooge se realiza normalmente en ferry desde Harlesiel. Esta travesía, que dura aproximadamente una hora, depende de las mareas. Los barcos operan según un horario “variable”, dando prioridad a las inundaciones. Curiosamente, las inundaciones se producen con un retraso de unos 50 minutos cada día. Los ferries parten de Harlesiel, cruzan el lecho del Harle y llegan sanos y salvos a su destino a través de canales señalizados. Las aves marinas, especialmente las gaviotas, suelen acompañar a los pasajeros durante la travesía. El oleaje aumenta hacia el norte, creando una auténtica experiencia del Mar del Norte.
Los billetes regulares de ferry y tren de la isla están disponibles para los huéspedes que pasan la noche a un precio de 43 euros. Wangerooge ofrece un total de 6.000 camas para huéspedes de distintos precios, lo que hace de la isla un destino atractivo para quienes buscan relajación. Los huéspedes pueden estar seguros de que llegarán desde tierra firme al pueblo en unos 90 minutos. Especialmente en la temporada alta, que dura desde finales de julio hasta principios de agosto, se recomienda reservar sillas de playa con antelación, ya que la playa se encuentra a un máximo de 15 minutos a pie desde el alojamiento.
Transporte público y actividades de ocio.
El concepto sin coches de Wangerooge fomenta el uso de bicicletas y del ferrocarril de la isla, lo que da prioridad a la relajación. Además del singular viaje en ferry, que permite a los visitantes disfrutar de la belleza del Mar del Norte, en las islas de Frisia Oriental también hay otros ferrocarriles insulares, como por ejemplo en Borkum, Langeoog y Spiekeroog.
La combinación de transporte tradicional, naturaleza virgen y un entorno sin coches hace de Wangerooge un lugar especial para los turistas que buscan paz y relajación. El encanto de la isla y el viaje sencillo ofrecen las condiciones ideales para una estancia relajante en el Mar del Norte.