5 peligros de los viajes de larga duración
Examinamos los errores más comunes en los viajes de larga duración. Así que ahorraste durante un año, renunciaste a tu trabajo y les dijiste a todos tus amigos que vas a ver mundo en tu primera aventura de viaje de larga duración. Compraste tu boleto para dar la vuelta al mundo, socavaste a los detractores y dijiste adiós a tu vida prescrita. Ahora llevas varios meses y te dices a ti mismo que has estallado; que eres un iconoclasta; que se lo hiciste al hombre. Cree que está pasando el mejor momento de su vida, pero no se da cuenta de que ha caído en uno de los errores comunes de los viajes de larga duración. Aquí enumeramos 5…
5 peligros de los viajes de larga duración
Examinamos los errores más comunes de los viajes de larga duración.
Así que ahorraste durante un año, renunciaste a tu trabajo y les dijiste a todos tus amigos que ibas a ver mundo en tu primera aventura de viaje a largo plazo. Compraste tu boleto para dar la vuelta al mundo, socavaste a los detractores y dijiste adiós a tu vida prescrita.
Ahora llevas varios meses y te dices a ti mismo que has estallado; que eres un iconoclasta; que se lo hiciste al hombre. Cree que está pasando el mejor momento de su vida, pero no se da cuenta de que ha caído en uno de los errores comunes de los viajes de larga duración.
Aquí enumeramos 5 cosas que debes preguntarte para asegurarte de que tu viaje sea todo lo que esperabas…
1. ¿Estoy simplemente marcando casillas?
¿Mar Muerto? Chasquido, chasquido, tictac. ¿Petra? Chasquido, chasquido, tictac. ¿Mar Rojo? Chasquido, chasquido, tictac. A medida que haces tus rondas y llenas tu tarjeta de memoria, es muy fácil caer en la trampa de marcar casillas.
Visitas atracciones no porque quieras verlas, sino porque tu guía te lo indica. Es importante preguntarse si todavía está disfrutando de verdad o si viaja por viajar.
No es ninguna vergüenza volver a casa antes de lo previsto si ya no disfrutas del camino.
2. ¿Realmente necesito el precio más bajo para esto?
Los viajeros de larga duración pueden obsesionarse con mantener bajos los costos. Conseguir algo al precio más barato se utiliza a menudo como una insignia de honor ("¿Qué? ¿Pagaste 10 dinares por esa bufanda? ¡La compré por uno!"), pero recuerda que regatear no se trata de conseguir el precio más barato; se trata de acordar uno que sea justo y aceptable para ambos.
Es cierto que es importante ser frugal cuando se tiene un presupuesto ajustado, pero la economía local depende del turismo. Entonces, si puede permitirse el lujo de pagar un precio ligeramente más alto, está bien hacerlo: sigue siendo un viajero "real".
3. ¿Mis amigos me harán X?
Vale, puedes cruzar desiertos hostiles y descubrir nuevas especies, pero ¿tienes que aburrir a tus amigos hasta la muerte? Si publicas en Facebook varias veces al día sobre otra impresionante puesta de sol sobre el Océano Índico o tu atrevido viaje a través de Jericó anoche, es posible que al principio recibas algunos comentarios apropiadamente envidiosos, pero pronto desaparecerás de las noticias de la gente.
No lo sabrás, por supuesto, así que puede que no sea un problema, pero si quieres que te queden algunos amigos cuando regreses, no presumas. En su lugar, configure un espacio dedicado (un blog, una cuenta de Instagram) para que, si las personas realmente quieren mantenerse actualizadas sobre sus viajes, puedan buscar los detalles de manera proactiva en lugar de tener que meterse todo en la garganta.
4. ¿Solo salgo con expatriados y turistas?
Todos lo sabemos: la dulce familiaridad de aprender nuestra lengua materna en costas extranjeras. Somos animales sociales y, por tanto, estamos predispuestos a sentirnos atraídos por aquellos con quienes podemos conectarnos. No es sorprendente que los expatriados se encuentren generalmente en grupos.
No hay nada terriblemente malo en agruparse con otros turistas o expatriados, pero si no recuerdas la última vez que compartiste una comida o bebida con un local, entonces lo estás haciendo mal. Viajar se trata de experimentar nuevas culturas, así que sal de tu zona de confort.
5. ¿Soy ético?
Además del punto 2 anterior, recuerda que eres un huésped en el país, así que déjalo como lo encontraste. Esto significa que no haces nada que dañe al país, ya sea tirar basura, entretener a los mendigos en las calles o ceder a un impulso dañino (¿alguien quiere Tailandia?).
Encuentre una forma más sostenible de invertir en un país, ya sea una organización benéfica para niños de buena reputación o creando conciencia a través de su blog de viajes.
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