Los jóvenes de Obwalden cambian vidas en Burundi: ¡un proyecto de ayuda con corazón!
Dos jóvenes viajaron a Burundi para realizar proyectos escolares para ayudar en el lugar y experimentar las condiciones de vida.

Los jóvenes de Obwalden cambian vidas en Burundi: ¡un proyecto de ayuda con corazón!
Joline Zumbühl (15) de Hergiswil y Tim Metzger (20) de Möhlin AG estuvieron el verano pasado dos semanas en Burundi con el apoyo del proyecto de ayuda de Obwalden. franciskus-burundi.ch. Los jóvenes viajaron de forma independiente en diferentes grupos y adquirieron experiencias impresionantes que querían utilizar para sus proyectos escolares. Joline dedicó su proyecto al tema “Ayudando juntos, cambiando vidas” y participó activamente en el lugar.
Durante su estancia, Joline distribuyó suministros de socorro a la población local, incluida ropa, alimentos y zapatos. Sus experiencias en Burundi fueron formativas; Se dio cuenta de que es posible ser feliz incluso con muy poco. También apoyó un proyecto de cabras y pudo comprar y donar cuatro cabras por valor de 600 francos.
Ideas valiosas
Tim Metzger eligió el tema “Burundi de cerca” para su tesis de Matura en el instituto de Muttenz. A través de su tía, Ruth Staub, copresidenta y directora general de la asociación franciskus-burundi.ch tenía acceso directo a información sobre las condiciones de vida en Burundi. Tim quería experimentar los desafíos en el lugar de primera mano y descubrió que la alegría de vivir, la esperanza y la hospitalidad de la gente lo conmovieron profundamente. Recibió una calificación de 5.0 por su tesis de Matura.
Ruth Staub habló positivamente del compromiso de los dos jóvenes. Elogió su apertura al intercambio cultural y los esfuerzos que hicieron para ayudar al pueblo de Burundi.
Los desafíos en Burundi
Burundi es uno de los países más pobres del mundo y enfrenta desafíos actuales que afectan particularmente a los niños. Las condiciones de inseguridad alimentaria y la desnutrición generalizada representan problemas acuciantes. De acuerdo a Visión Mundial Muchos niños sufren retraso en el crecimiento, especialmente los menores de cinco años, mientras que las sequías y las inundaciones ejercen presión sobre la agricultura y provocan pérdidas de cosechas.
La población de Burundi continúa creciendo rápidamente, incluso aceptando refugiados, lo que ejerce aún más presión sobre unos recursos ya de por sí escasos. Muchas zonas rurales carecen de acceso a una educación de calidad, lo que genera tasas de deserción escolar secundaria. La carga financiera que soportan los padres, como los uniformes escolares y los libros, representa un obstáculo adicional. Además, en muchas zonas la atención médica se considera inadecuada, lo que provoca una elevada mortalidad infantil.
La estancia de Joline y Tim en Burundi no sólo cambió su perspectiva sobre la realidad de la vida en uno de los países más pobres del mundo, sino que también construyó un puente entre culturas, lo que fue una experiencia enriquecedora para ambos.