Aventura en coche antiguo: ¡Erzgebirger recorre 7.000 km hasta el Cabo Norte!
Eckehard Küchler y su nieto Moritz viven un viaje de aventuras de 7.000 kilómetros en un coche antiguo hasta el Océano Ártico. ¡Descubre su historia!

Aventura en coche antiguo: ¡Erzgebirger recorre 7.000 km hasta el Cabo Norte!
Eckehard Küchler ha cumplido un viejo sueño: hace aproximadamente un mes, este hombre de 72 años partió hacia el Océano Ártico en el camión de culto W 50 de la RDA junto con su nieto Moritz. Este viaje de aventuras de 7.000 kilómetros no es sólo para Küchler una forma de hacer realidad su sueño, sino también una oportunidad de compartir valiosos recuerdos con su nieto. Como conductor profesional que trabaja desde 1973 y ha recorrido millones de kilómetros, Küchler ahora puede tomarse las cosas con calma.
Otro hito en la vida de Küchler es el premio que obtuvo en este viaje. El transportista de Sehma, en los Montes Metálicos, también presentó su vehículo, un S 4000 con capó rojo y blanco, en la reunión de camioneros celebrada en Münchhof. Este, posiblemente el vehículo más antiguo de los allí reunidos, se fabricó más de 20.000 veces entre 1958 y 1967 y también forma parte del parque de coches antiguos de Küchler.
Viaje familiar sobre cuatro ruedas
En la reunión de camioneros participaron alrededor de 100 camiones. Küchler llegó con su coche clásico, un segundo camión y una caravana. En un ambiente familiar, la familia pasó las noches dentro y fuera de los vehículos, también en la parte trasera del S 4000. Este tipo de viaje permite a Küchler escapar del ajetreado día a día y pasar un tiempo valioso con su hijo y sus cuatro nietos.
Aunque Küchler ya viajó hasta Finlandia con su coche antiguo, lo hizo en un camión de plataforma rebajada, ya que no puede seguir el ritmo de los camiones modernos. Pero en este viaje demostró que el amor por los coches clásicos y la aventura no tiene por qué medirse por la velocidad. Más bien, la atención se centra en las experiencias y el tiempo con la familia.
La sed de aventura y la dedicación de Eckehard Küchler son inspiradoras y muestran que la vida no se trata sólo del destino, sino también del viaje y de las personas con las que lo compartes.