Escasez de agua y turismo de masas: ¡Ibiza al borde del abismo!

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El creciente turismo de masas en Ibiza está provocando escasez de agua y protestas. No hay soluciones para el turismo sostenible.

Immer größerer Massen-Tourismus auf Ibiza bringt Wasserknappheit und Proteste. Lösungen für nachhaltigen Tourismus bleiben aus.
El creciente turismo de masas en Ibiza está provocando escasez de agua y protestas. No hay soluciones para el turismo sostenible.

Escasez de agua y turismo de masas: ¡Ibiza al borde del abismo!

Ibiza está cada vez más bajo la presión del turismo de masas en agosto. Los problemas no resueltos asociados con la afluencia de visitantes son evidentes. Cada vez más turistas que se dirigen a la pintoresca isla no sólo sobrecargan la infraestructura, sino que también provocan una grave escasez de suministro. Aunque las plantas desaladoras de agua de mar están en pleno funcionamiento, el agua potable sigue siendo un recurso valioso. En particular, en el complejo residencial de Jesús, casi 50 casas estuvieron sin agua durante días, lo que pone de relieve la difícil situación de la infraestructura. Ante la situación, el ayuntamiento de Santa Eulària ha enviado 50 cartas a hoteles y establecimientos para alertarles del consumo excesivo de agua. Según la norma establecida, sólo se pueden consumir 250 litros de agua por persona al día.

El municipio incluso ha amenazado con reducir el caudal de agua si el consumo sigue siendo demasiado elevado. El problema es que es extremadamente difícil controlar el consumo de agua en hoteles y hogares privados. Muchos hoteles descuidan el uso eficiente del riego del césped y, al mismo tiempo, miles de litros de agua se filtran debido a tuberías deterioradas. Otro problema importante que se ve agravado por el turismo de masas es la situación del tráfico en Ibiza. Las carreteras están abarrotadas, especialmente en agosto, cuando son habituales las peligrosas maniobras de adelantamiento.

Políticas y promesas

A pesar de los desafíos obvios, las promesas políticas de limitar el turismo masivo aún no se han implementado. El elevado número de turistas no sólo genera calles abarrotadas, sino también un aumento de los precios para los isleños. Ibiza no está sola en estos problemas; Zonas turísticas comparables como Croacia, Venecia y Barcelona también luchan contra los efectos negativos del exceso de turismo.

El turismo sigue aumentando en toda Europa, especialmente en el sur de Europa. En 2023, más de 85 millones de turistas internacionales visitaron España, y las cifras de lo que va de 2024 arrojan 42,5 millones de turistas en el primer semestre del año. Esto está provocando protestas de los lugareños que salen a las calles en ciudades como Atenas y Barcelona ante el turismo de masas.

Reacciones y soluciones en otras regiones

Barcelona planea eliminar todos los alquileres vacacionales para 2029 para crear más espacio habitable para los locales. También hay protestas en Tenerife porque la expansión del turismo está elevando los precios de los alquileres y ejerciendo presión sobre el medio ambiente. Venecia cobra desde abril de 2024 una tasa de 5 euros a los visitantes de un día, mientras que en Grecia se destinan inversiones por valor de 2.000 millones de euros a la protección del clima y al turismo sostenible.

Dubrovnik, Croacia, ya ha tomado medidas para limitar el número de cruceros que atracan y prohíbe los alquileres vacacionales en edificios de apartamentos. Copenhague promueve iniciativas de turismo sostenible como “GreenKayak” y “CopenPay”. Resulta que, aunque existen enfoques para afrontar los desafíos del turismo de masas, en muchos lugares todavía falta una solución clara y completa. Ibiza es un ejemplo de cómo la creciente presión de las actividades turísticas puede representar a la vez una importante fuente de ingresos y una importante carga.

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