Avistamiento de tiburones peregrinos en Marbella: ¿turistas en peligro o simplemente pánico?
Vacaciones en el Mediterráneo: Los tiburones en Marbella y la crisis climática ponen en peligro el ecosistema. Las temperaturas actuales del agua alertan a los expertos.

Avistamiento de tiburones peregrinos en Marbella: ¿turistas en peligro o simplemente pánico?
Con el inicio de la ola de viajes, muchas personas esperan con ansias sus vacaciones de verano en los países populares del Mediterráneo, especialmente en Francia, Italia y España. Sin embargo, esta época del año no sólo trae sol y relax, sino también nuevos retos. Derwest informa sobre espectaculares tiburones peregrinos que fueron avistados recientemente en la costa de Marbella. Estos avistamientos causaron preocupación entre algunos turistas, aunque los tiburones peregrinos, que pueden crecer hasta 12 metros de largo, generalmente se consideran inofensivos. Se alimentan principalmente de plancton y, por tanto, no representan ningún peligro para los humanos.
Sin embargo, un conductor de moto acuática no quedó impresionado por el espectáculo y rápidamente se escapó, mientras que un proveedor de deportes recreativos describió el avistamiento como una sensación. Cualquiera que pase sus vacaciones en la Costa del Sol puede estar tranquilo: la presencia de estas majestuosas criaturas no supone ningún peligro inmediato.
El cambio climático y el aumento de las temperaturas
Sin embargo, existen amenazas más graves para el Mediterráneo causadas por la crisis climática. Las temperaturas del agua están aumentando a niveles récord. La temperatura del agua en la costa de Fuengirola ronda actualmente los 23 grados, un grado más de lo esperado inicialmente. La tendencia de los últimos 40 años muestra un calentamiento continuo del Mediterráneo, y las previsiones apuntan a que las temperaturas podrían aumentar hasta dos grados en el Mediterráneo sur y hasta cuatro grados en el Mediterráneo norte a finales de siglo, advierten investigadores del Instituto Español de Oceanografía, como noticias diarias informó.
En particular, en el verano de 2023 se registró una ola de calor marino, con temperaturas del agua en algunas zonas cuatro grados más altas que en el período comparable de 1981 a 2012. En ocasiones se registró una diferencia de temperatura de hasta cinco grados frente a las costas de Argelia e Italia. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) caracteriza al Mediterráneo como un “punto crítico de cambio climático”. Esto no sólo tiene un impacto en la calidad del agua, sino también en la flora y la fauna.
Consecuencias para el ecosistema
El aumento de las temperaturas tiene graves consecuencias para el ecosistema mediterráneo. Un acontecimiento alarmante fue la extinción masiva de esponjas, corales y pastos marinos en 2022. Estos organismos son cruciales para el equilibrio marino, ya que los pastos marinos, por ejemplo, pueden almacenar el doble de CO2 que los bosques terrestres. Sin embargo, debido a las temperaturas más altas del agua, algunas especies de medusas y peces tropicales, como el pez león, se sienten cómodos en estas aguas. Se cree que este pez invasor entró en el Mediterráneo a través del Canal de Suez y ahora está desplazando a las especies nativas.
Además del cambio en el ecosistema, los meteorólogos también han observado un mayor riesgo de condiciones climáticas adversas debido a las altas temperaturas del agua. Este fenómeno aumenta la evaporación y ya ha provocado fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones en Eslovenia y el sur de Austria. En Valencia incluso se registró una temperatura récord de 46,8 grados, más de tres grados más que la máxima anterior.
Es de esperar que los turistas en la costa puedan pasar unas vacaciones seguras y agradables a pesar de los retos del cambio climático.