Un neozelandés en misión: ¡Cartas sobre las Islas Galápagos!
Jonny Beardmore viaja por el mundo para entregar cartas desde un buzón histórico en las Islas Galápagos.

Un neozelandés en misión: ¡Cartas sobre las Islas Galápagos!
Jonny Beardmore, nativo de Nueva Zelanda, experimentó un cambio dramático en su vida cuando recibió la noticia en 2014 de que su padre padecía una enfermedad de la neurona motora. Esta enfermedad compleja y de larga duración afecta las células nerviosas del cerebro y la médula espinal y provoca una debilidad muscular progresiva. El diagnóstico es un proceso exigente que suele ser largo y requiere múltiples pruebas para descartar otras causas, como DocCheck descrito en detalle.
Beardmore regresó a New Plymouth para cuidar de su padre durante este momento difícil. A pesar de las impactantes circunstancias, su padre murió en octubre de 2022. Como resultado, Jonny se hundió en la desesperación y buscó un camino de regreso a la alegría de vivir. A principios de 2023 realizó un viaje a las Islas Galápagos, donde visitó la Bahía de Correos en la Isla Floreana. Allí ha habido un viejo barril de whisky desde 1793 que sirve como buzón, y Jonny disfrutaba entregando las cartas que se dejaban allí.
Una nueva misión
Durante este tiempo, Jonny decidió iniciar su propia misión: quería entregar cartas desde el viejo barril de whisky a destinatarios de todo el mundo durante un año. En marzo de 2024 regresó a las Islas Galápagos y trajo consigo 55 cartas y postales de todos los continentes. Su ambicioso objetivo era entregar una carta por semana a al menos 52 países de los siete continentes.
La entrega no siempre fue fácil. Mientras entregaba su carta número 50 en Bergen, Noruega, hubo un malentendido temporal: una mujer confundió su palo para selfies con un arma, lo que casi llevó a su arresto. A pesar de los desafíos, Jonny se mantuvo optimista y continuó su misión de entregar una carta de amor en Belice, lo que finalmente llevó a que la pareja se reuniera.
Conexiones especiales
Un momento particularmente conmovedor para Jonny fue recibir una carta de agradecimiento de una hija a su madre gravemente enferma en México. Desde entonces, Jonny ha mantenido contacto con ambos, apreciando los vínculos emocionales que estableció a lo largo de su viaje. Tras finalizar su viaje, celebró una fiesta en Londres a la que invitó a todos los que había conocido durante sus experiencias. Estos eventos enriquecieron su vida y lo ayudaron a sentir alegría y conexión nuevamente.
El viaje de Jonny no sólo constituye un viaje personal de curación, sino que también genera conciencia pública sobre los efectos devastadores de la enfermedad de la neurona motora. El intenso debate sobre esta enfermedad muestra lo importante que es crear conciencia y formar redes sociales fuertes para ayudar a los afectados y a sus familiares.