Bagres gigantes en el lago de Garda: ¿son una amenaza para el ecosistema y los turistas?
Enormes bagres se están extendiendo por el lago de Garda, amenazando el ecosistema. Los pescadores exigen soluciones a este peligro.

Bagres gigantes en el lago de Garda: ¿son una amenaza para el ecosistema y los turistas?
En el lago de Garda, en Italia, la propagación del gran bagre preocupa a pescadores y ecologistas. Estos voraces depredadores, apodados "torpedos" por su forma, representan una amenaza potencial para el ecosistema local. Los pescadores advierten que el bagre, que puede crecer hasta 3 metros de largo y pesar 200 kilogramos, podría representar una amenaza para patos, cormoranes e incluso animales más pequeños. Sin embargo, las quejas de los turistas sobre problemas con los peces no están documentadas y no se ha demostrado que el bagre se aproveche activamente de los perros, según los informes. Sin embargo, los turistas no deben tener miedo, ya que el bagre está activo principalmente por la noche y no caza durante el día.
La propagación del bagre se ve favorecida por el cambio climático. El lago de Garda ofrece condiciones ideales para los peces: temperaturas suaves del agua y muchas presas. Estos factores favorecen su crecimiento y reproducción, lo que provoca el desplazamiento de especies nativas y podría alterar el equilibrio ecológico, informa Ruhr24.
Amenaza ecológica e impactos locales
La situación en el lago de Garda es especialmente crítica en la zona entre Sirmione y Lazise, en la orilla suroeste, donde se observa con mayor frecuencia el bagre. Según informa el buceador Marco Brognoli, los encuentros con bagres de más de dos metros de largo no son infrecuentes. En una inmersión, él y sus amigos capturaron 14 bagres en tan solo 200 metros, lo que ilustra la creciente población de bagres y su impacto en los ciclos reproductivos de otras especies, particularmente la lubina. Estos eficientes comederos no sólo devoran peces, sino también aves acuáticas y pequeños mamíferos, lo que supone un grave problema. Las zonas de desove de otras especies corren especial riesgo porque el bagre se alimenta de las huevas de la lubina.
La situación ya ha provocado que lagos casi vacíos en otras regiones de Italia, como Mantua, afecten gravemente tanto a los turistas como a la economía. El turismo en el lago de Garda podría verse afectado significativamente por daños ecológicos similares, advierten asociaciones de turismo y ecologistas VOL informó. Los expertos exigen a los políticos regionales una estrategia estructurada de contención.
Los pescadores exigen acción
Los pescadores piden a las autoridades que eviten al lago de Garda una suerte similar a la de otras aguas afectadas. Una sugerencia para combatir el problema es establecer sitios de recolección y eliminación del bagre. De manera similar a la regulación sobre los jabalíes, se podría pagar a los pescadores por capturar el bagre para crear incentivos para combatir su propagación. Un panorama similar surge en Alemania; Debido al aumento de la temperatura, los expertos esperan que el bagre crezca hasta al menos 1,50 metros de tamaño.