Apertura de la frontera entre Uzbekistán y Tayikistán: ¡viajar es fácil!

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Experimente los desafíos y recuerdos de un viaje de verano de 2011 por Asia Central, desde Samarcanda hasta Dushanbe.

Erleben Sie die Herausforderungen und Erinnerungen einer Sommerreise 2011 durch Zentralasien, von Samarkand nach Duschanbe.
Experimente los desafíos y recuerdos de un viaje de verano de 2011 por Asia Central, desde Samarcanda hasta Dushanbe.

Apertura de la frontera entre Uzbekistán y Tayikistán: ¡viajar es fácil!

En junio de 2025, muchos viajeros recuerdan sus experiencias en la frontera entre Uzbekistán y Tayikistán. La frontera, que se extiende a lo largo de unos 1.300 kilómetros, estuvo cerrada al tráfico en varios cruces durante más de siete años, entre los que destaca el cruce de Panjakent. Este conectaba la ciudad uzbeka de Samarcanda con la capital de Tayikistán, Dushanbe, y fue reabierto el 1 de marzo de 2018 después de haber sido cerrado el 1 de noviembre de 2010. Antes de la reapertura, los viajeros tenían que utilizar el inverosímil cruce fronterizo de Denau, lo que significaba viajar el doble de distancia para llegar al otro país.

Un viaje especialmente impresionante tuvo lugar en el verano de 2011, cuando un viajero partió de Samarcanda hacia el paso fronterizo de Panjakent. La aventura comenzó en un minibús y la expectativa de entrar en Tayikistán rápidamente se vio empañada por el anuncio del conductor: “Granitsa zakryto, cerrado” – la frontera estaba cerrada. El viaje de regreso a Samarcanda fue necesario para poder continuar el viaje en taxis compartidos. Este viaje de regreso implicó un rodeo de 350 kilómetros y requirió un viaje de ocho horas debido a la falta de comodidades, como el aire acondicionado.

Esperando en la frontera

Por la tarde, la ruta finalmente condujo a un paso fronterizo abierto para camiones procedentes de Irán. Las mujeres del mercado tayiko ya estaban esperando aquí mientras se pedía a los viajeros que se sometieran a controles de pasaporte y registro. El registro en Uzbekistán requería documentación detallada para cada pernoctación, lo que pone de relieve la molestia burocrática que implica cruzar la frontera. Sin embargo, los funcionarios fronterizos del lado tayiko estaban tranquilos. Uno de ellos dijo a los viajeros que se dieran prisa y al mismo tiempo hizo bromas, lo que alivió la situación.

Una foto compartida con un funcionario fronterizo y una divertida despedida completaron esta experiencia. Los recuerdos positivos continuaron hasta el 7 de julio de 2011, cuando el viajero disfrutó de una cerveza fría en Dushanbe, que puso fin gratamente a un día estresante. Estas experiencias forman parte de la historia del paso fronterizo de Panjakent, que ahora representa una vez más una conexión importante entre dos países que han mantenido un intenso intercambio a lo largo de los años.

Los acontecimientos en esta frontera muestran cuán importantes son estas rutas de transporte para el intercambio entre naciones y qué desafíos tuvieron que superar los viajeros en el pasado para descubrir nuevas culturas.

Para obtener más información sobre la apertura de la frontera entre Uzbekistán y Tayikistán, lea el artículo sobre explorer-magazin.com. Puede obtener más información sobre experiencias de viaje en la región en spiegel.de.

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