Playa Jardín en Tenerife: ¡Apertura de la playa después del escándalo de E. coli en junio!
Está previsto que Playa Jardín en Tenerife vuelva a abrir en junio de 2025 tras el incidente de E.coli. Los análisis de salud muestran una mejor calidad del agua.

Playa Jardín en Tenerife: ¡Apertura de la playa después del escándalo de E. coli en junio!
La Playa Jardín de Tenerife, una vez popular, está a punto de reabrir después de estar cerrada desde julio de 2024 debido a una importante contaminación por bacterias E.coli en el agua. El motivo del cierre fue alarmante: en algunos casos se superaron los valores límite para E. coli 48 veces. Estas bacterias pueden provocar graves infecciones gastrointestinales en los seres humanos, lo que hizo inevitable el cierre de la playa. La contaminación se debió a una tubería de alcantarillado dañada y a vertidos ilegales de aguas residuales del distrito de Punta Brava que conducían directamente al mar. watson.de informó.
La administración municipal de Tenerife, la isla turística más grande y popular de las Islas Canarias, planea reabrir Playa Jardín a los bañistas en junio de 2025. Esto ocurre después de meses de trabajos de limpieza y reparación en los sistemas de alcantarillado y pluviales de Punta Brava, que progresaron lentamente. Según los análisis actuales de los servicios sanitarios, la calidad del agua en la zona de baño ha mejorado significativamente desde mediados de diciembre de 2024 y vuelve a estar dentro de los límites permitidos.
Turismo de masas y desafíos
Tenerife es el destino de millones de viajeros cada año, lo que plantea dudas sobre su impacto medioambiental. El impacto del turismo de masas es cada vez más controvertido entre los lugareños, y muchos piden medidas para abordar la sobrecarga de infraestructura. Además de Playa Jardín, la Playa de las Teresitas también fue cerrada temporalmente debido a altos niveles de bacterias. Si bien Teresitas ya ha reabierto a los bañistas, Playa Jardín permanece cerrada. Allí también se detectaron bacterias fecales durante los controles de calidad del agua.
Los desafíos son múltiples: la planta de tratamiento de aguas residuales local en el distrito de Punta Brava está sobrecargada y las aguas residuales se vierten a sólo 200 metros de la playa en lugar de a un kilómetro como estaba previsto. Esto pone de relieve la urgencia de encontrar soluciones adecuadas para resolver la contaminación. Desafortunadamente, los trabajos de renovación están resultando difíciles, ya que actualmente ninguna empresa quiere hacerse cargo del contrato debido al presupuesto ajustado. reisereporter.de determina.
El problema de los vertidos incontrolados de aguas residuales no es un caso aislado en Tenerife, sino un problema bien conocido que se ve agravado por las corrientes desfavorables y el aumento de la temperatura del mar. Sin embargo, tanto lugareños como visitantes esperan una solución rápida para que Playa Jardín pueda finalmente volver a utilizarse de forma segura.