Alarma en el lago de Garda: ¡un bagre gigante amenaza la fauna local!
Descubra cómo la propagación del bagre amenaza el lago de Garda. Un destino popular para turistas y pescadores en foco.

Alarma en el lago de Garda: ¡un bagre gigante amenaza la fauna local!
Los grandes bagres, que muchos pescadores llaman “torpedos”, se están extendiendo actualmente en el lago de Garda, en Italia. Estos voraces depredadores no sólo representan una amenaza para la fauna nativa, sino también para los ecosistemas nativos de la región. Los pescadores advierten de las consecuencias de esta propagación, ya que el bagre come casi todo lo que cabe en su boca, incluidos animales autóctonos como patos y cormoranes.
A pesar de esta amenaza, es importante enfatizar que no hay confirmación de que el bagre se aproveche activamente de los perros. Sin embargo, las preocupaciones sobre el equilibrio ecológico en el lago de Garda siguen presentes, sobre todo porque los estudios muestran que el cambio climático está fomentando este desarrollo problemático. El agua más cálida favorece el crecimiento y la reproducción del bagre, conocido como el pez de agua dulce más grande de Europa y que puede pesar hasta 200 kilogramos.
Desafíos ecológicos
La propagación del bagre podría alterar significativamente el equilibrio ecológico en aguas donde no son nativos. Por ello, los pescadores exigen apoyo de las autoridades para afrontar la situación. Sin embargo, Robert Arlinghaus, del Instituto Leibnitz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Interior, tranquiliza a los turistas: no deben temer a los bagres, ya que son nocturnos y tienen dientes pequeños y romos.
La región turística del Lago de Garda, conocida como un destino popular para los turistas alemanes, atrae cada año a muchos visitantes. Los pintorescos pueblos y montañas de la costa ofrecen oportunidades ideales para practicar senderismo y ciclismo, mientras que los centros turísticos costeros invitan a nadar, relajarse y pasear en barco. El lago también alberga peces y cangrejos raros.
Peces depredadores y buzos.
La caza del bagre se ha convertido en una actividad popular entre los buceadores que buscan estos peces depredadores en el lago de Garda. El bagre, que busca presas como peces de fondo en aguas poco profundas, se alimenta de ranas, aves acuáticas e incluso pequeños mamíferos. Aunque el bagre no representa un peligro directo para los bañistas, no se deben subestimar los lugares potencialmente peligrosos del lago de Garda donde existe riesgo de ahogamiento.
El primer bagre fue visto en Peschiera en 1988 y desde entonces su población ha aumentado considerablemente, especialmente en la parte sur del lago. Los expertos sospechan que los pescadores aficionados introdujeron deliberadamente el bagre en el lago de Garda. Para frenar la superpoblación, los pescadores podrían desempeñar un papel decisivo, debiendo respetarse también normas y prohibiciones especiales para la pesca y el buceo en el lago de Garda. Buzos como Stefano Govi y Marco Porta cazan bagres con arpones, y las inmersiones suelen durar entre un minuto y medio y dos minutos y medio.
Los desafíos que plantea el bagre en el lago de Garda son diversos y requieren una acción conjunta de pescadores, buceadores y autoridades. Sin embargo, la región sigue siendo un destino turístico popular y, a pesar de la creciente población de bagres, los turistas todavía pueden disfrutar de la belleza del lago de Garda. Se recomienda a los visitantes que traten la naturaleza con respeto y sigan las normas vigentes.
Los interesados pueden encontrar más información sobre la evolución actual del lago de Garda en los informes de Ruhr24 y Mensajero del Sur leer