Mallorca en caos: ¡protestas contra el turismo masificado!
El turismo en las Islas Baleares se enfrenta a grandes retos: el turismo de masas, los problemas medioambientales y las protestas de los lugareños están aumentando.

Mallorca en caos: ¡protestas contra el turismo masificado!
En los últimos años, el turismo de masas en las Islas Baleares, especialmente en Mallorca, se ha convertido en un problema urgente. Según un portavoz de la Consejería de Turismo de Baleares, la actual estrategia publicitaria está teniendo el efecto contrario al previsto y contradice los esfuerzos del Gobierno por controlar el turismo. Esto ha provocado una situación preocupante en la que lugares populares como Caló des Moro son invadidos por miles de visitantes cada día. Esta pequeña bahía, destinada a unas 100 personas, se ve inundada cada día por hasta 4.000 personas y 1.200 vehículos, según la alcaldesa María Pons. Pidió a los medios de comunicación y a los operadores turísticos que dejaran de informar sobre la bahía. En una medida drástica, las autoridades locales han eliminado todas las imágenes de la bahía de su sitio web.
Además, se revela que el acceso a un popular mirador en Es Vedra, Ibiza, ha sido cerrado debido a aglomeraciones y basura. Las Islas Baleares esperan una cifra récord de 20 millones de visitantes en 2024. Una encuesta de la asociación Fundación muestra que el 59% de los mallorquines rechazan el turismo de masas. Ya se han producido grandes manifestaciones contra esta forma de turismo y se han anunciado más eventos para junio. Una carta abierta de siete organizaciones mallorquinas insta a los turistas a quedarse en casa para salvar la superpoblada e inhabitable isla.
Impactos sociales y económicos
El turismo tiene una inmensa importancia económica para las Islas Baleares; En Mallorca la industria representa incluso el 45% de la producción económica. Sin embargo, esta dependencia también trae consigo importantes problemas. El aumento de precios, el ruido y la destrucción de la naturaleza son sólo algunas de las consecuencias negativas que afectan la calidad de vida de los locales. Se estima que uno de cada cinco residentes en Baleares está en riesgo de pobreza. Además, los alquileres han aumentado alrededor de un 158% en los últimos diez años, exacerbando aún más la escasez de vivienda.
En mayo de 2024, el gobierno regional de la presidenta Margalida Prohens anunció un pacto político y social para la sostenibilidad económica, social y ambiental. El objetivo del pacto es hacer el turismo más sostenible y minimizar su impacto negativo en el medio ambiente y la sociedad. Antoni Riera, catedrático de economía aplicada de la Universitat de les Illes Balears, presidió la comisión técnica, que creó doce grupos de trabajo temáticos para abordar diversos aspectos de la masificación turística.
Retos para el pacto de sostenibilidad
Estos grupos de trabajo cubren una variedad de temas, incluida la sostenibilidad social, la sostenibilidad ambiental, la competitividad turística y los servicios turísticos. Cada grupo está coordinado por un director general del gobierno regional. El gobierno consideró crucial la participación de todas las partes interesadas, incluidas las agencias de empleo, las asociaciones de empleadores y las organizaciones medioambientales. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, hubo reveses; En noviembre de 2024, el “Foro de Intereses Ciudadanos” suspendió su participación en el pacto y cuestionó la metodología. También se retiraron la organización ecologista Grup d'Ornitologia Balear (GOB) y la asociación de vecinos de Palma, lo que afecta a la credibilidad del comité.
Las protestas contra el turismo de masas aumentaron en 2024, con hasta 20.000 participantes en Palma. Los manifestantes denunciaron el aumento de los alquileres, el ruido y la contaminación, mientras que sólo una pequeña élite se beneficia del turismo. El Pacto de Sostenibilidad permitió a la ciudadanía presentar propuestas entre julio y octubre de 2024, con 576 aportaciones recibidas. La mayoría de estas propuestas se centraron en cuestiones medioambientales y de transporte.
Los grupos de trabajo se encuentran actualmente en fase de análisis para desarrollar directrices estratégicas y planes de acción para un futuro sostenible para Baleares. Sin embargo, aún no está claro si el gobierno es capaz de abordar las preocupaciones de las organizaciones que han abandonado el pacto e implementar medidas concretas para abordar los desafíos del turismo de masas. El tiempo se acaba y la necesidad de una solución sostenible para Baleares es cada vez más urgente.