Tenerife en plena tormenta turística: Normas estrictas para el Parque Nacional del Teide
Tenerife introducirá tarifas de entrada y restricciones contra el turismo de masas a partir de 2026 para promover el medio ambiente y la conservación de la naturaleza.

Tenerife en plena tormenta turística: Normas estrictas para el Parque Nacional del Teide
Tenerife, la mayor de las Islas Canarias, enfrenta enormes desafíos debido al turismo de masas, que está ejerciendo una presión significativa sobre la infraestructura y la belleza natural de la isla. A partir de 2026 habrá una tarifa de entrada para los visitantes al Parque Nacional El Teide, la montaña más alta de España, una medida introducida con la esperanza de invertir los ingresos en la conservación de la naturaleza. Alto Mercurio Las normas recientemente introducidas también incluirán controles estrictos sobre los vehículos privados para frenar el aumento de problemas como los caminos muy transitados, la acumulación de basura y el estacionamiento ilegal.
La administración de la isla se hace cargo del parque nacional desde el 1 de enero de 2025. Actualmente, el número de excursionistas está limitado a 300 por día, lo que requiere inscripción previa a través de un sitio web. Estas medidas pretenden ayudar a regular mejor el turismo y reducir la huella ecológica de los visitantes. Sin embargo, aún no se ha determinado el precio exacto de la entrada al parque nacional a partir de 2026.
Protestas y resistencia contra el turismo de masas
El sábado la gente salió a las calles de las siete Islas Canarias habitadas para protestar contra los efectos negativos del turismo de masas. Bajo el lema "Canarias está llegando a su límite", los manifestantes expresaron su descontento por la aprobación de grandes complejos turísticos en espacios protegidos de Tenerife. El catedrático de Sociología y presidente de la organización ecologista ASCAN, Eugenio Reyes, subraya que desde los años 90 se vienen alertando sobre esta evolución. Antes de la crisis del euro en 2008, Tenerife ya recibía 8 millones de visitantes al año, mientras que en 2019 la cifra aumentó hasta los 16 millones y en 2023 hasta los 17 millones, según taz.
El aumento de las cifras está provocando hacinamiento, congestión del tráfico e incluso racionamiento del agua, mientras que los hoteles siguen utilizando grandes cantidades de agua. A pesar del empleo que genera el turismo, que representa el 40% del empleo en Canarias, las condiciones laborales en el sector son a menudo precarias, con vacantes y salarios bajos. Además, el 36% de la población vive en el umbral de pobreza o por debajo de él, lo que indica pobreza estructural en la región.
Iniciativas y proyectos de sostenibilidad
Para contrarrestar el turismo de masas y sus consecuencias negativas, Tenerife tiene previsto invertir 219 millones de euros en programas medioambientales. Esto incluye proyectos como la revitalización de praderas marinas y el mantenimiento de espacios naturales como La Rambla de Castro y Montaña Roja. La implementación de unidades de guardaparques adicionales y la introducción de cámaras de vigilancia en las entradas al parque nacional tienen como objetivo garantizar un control más estricto de las leyes y regulaciones existentes.
Además, se busca una reforma legal que prevea multas estrictas por violaciones a las normas de conservación de la naturaleza. Las cuantías por el estacionamiento de fauna podrían oscilar entre 1.500 y 6.000 euros, mientras que la acampada en zonas restringidas podría ser sancionada con 400 euros. Estas medidas se consideran necesarias para mejorar la calidad del turismo en la isla y preservar la belleza natural de Tenerife para las futuras generaciones de viajeros.
En general, Tenerife espera volver a alcanzar cifras récord de turismo en 2025, a pesar de los crecientes problemas. El desafío será encontrar un enfoque sostenible para equilibrar las necesidades de los visitantes y la población local.